Vamos a confesarles lo que ocurrió con uno de los Rufianes la semana pasada en San Sebastián y lo que a golpe de talonario se ha conseguido para que el resto de medios mantuviera la boca cerrada. Como sabemos estos días atrás se celebró el Festival de cine de San Sebastián que como todos los años atrae a celebrities del star system nacional e internacional. Y hasta allí también se acercaron Moncho y Shun donde presentaron el primer cortometraje del misterioso hermano que siempre va oculto tras una densa capa de humo canábico.
El corto con el que Moncho pretendía sorprender tanto a la crítica como al público trataba sobre un hombre que se consumía poco a poco en una cama, fruto de una enfermedad degenerativa producida por el cambio climático. Dicho hombre se encuentra completamente sólo en pleno siglo XXI y no puede pagarse los costosos medicamentos que lo curarían debido a la fuerte crisis bajo la que se encuentra sumido el país. El corto es, o pretendía ser, una feroz crítica al deterioro del ecosistema, a la crisis española y a la incomunicación en la era tecnológica. Pero había un problema: estaba protagonizado por Shun, cuyo carisma se pensó atraería el público a las salas.
Y no fue así. El veredicto de la crítica es unánime al destacar que lo que podría haber sido una pequeña gran obra maestra se ha convertido gracias al exceso protagonismo que busca siempre Shun en una concatenación de caídas de ojos, de morritos y de mala interpretación que ni Paris Hilton poniendo todo su empeño podría superar.
No obstante, las críticas no han importado en absoluto a Shun que ha afirmado que en EE.UU hubiesen sabido valorarlo más. Es la única promoción que ha hecho de la obra de su hermano. El resto del tiempo lo ha pasado intentando codearse con los guapos y guapas del cine, que evidentemente le ignoraban. Tal fue el descaro de Shun que llegó a colarse en la habitación de Woody Allen exigiéndole que escribiera una secuela de VickyCristinaBarcelona donde
