“Trato hecho”. Con estas palabras Jemy cerraba la conversación que acababa de mantener con el bajito hombre de traje beige. Acababan de cerrar un trato. El primo segundo de los Rufianes se iba a convertir en la imagen de una conocida revista que relataría sus vivencias alrededor del mundo ayudando a las especies en peligro de extinción.
Publicidad. Éxito. Mucho dinero. Jemy no se lo pensó dos veces y aceptó enseguida tal suculenta oferta. Ahora solo faltaba esperar que toda su colección de tangas de esparto cupiera en la maleta. CONTINUARÁ...