La vida diaria de Conchi gira en torno a las tareas del hogar y para ella es muy importante que siempre esté todo en orden: la ropa debe estar perfectamente planchada, las plantas bien cuidadas, los cristales relucientes… En sus taytantos años como cabeza de familia, la pelirroja madre de los Rufianes nunca ha cometido un error en su currículum impecable, de modo que ahora, con tanto camino recorrido, tampoco podía permitirse el lujo de haberse olvidado echar cilantro a la comida. Otras sí podrían permitírselo, pero no ella, la mejor ama de casa de la red.
De este modo, aún sabiendo que era prácticamente imposible llegar a la tiendita a por cilantro, Conchi salió disparada de los fogones esperando que su despiste pudiese solucionarse aún y poder dormir tranquila aquella misma noche. De lo contrario, nunca se podría perdonar no haber echado coriandrum sativum en aquel plato que con tanto esmero preparó una mañana de septiembre de 2010.
Y basta que se tenga prisa, para que el ascensor esté averiado. CONTINUARÁ...
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P.D.2. No sabemos lo que haremos finalmente con ello, pero seguimos queriendo conocer el lenguaje pasteloso que se usa con la pareja en la intimidad, así que esperamos seguid contando con vuestra colaboración. Además, os podéis hacer fan del grupo de facebook: Yo también llamo a mi pareja con motes que otro no entendería...