martes, 26 de mayo de 2009

CUANDO MENOS TE LO ESPERAS


Después del casual contacto de Shun con Ikki García mientras trabajaba de teleoperador, el peliverde hijo de Conchi buscó desesperadamente cualquier pista que le guiara hacia quien creía su amor platónico, cual Amelie en busca de Bredoteau, pero sin encontrar ningún tipo de indicio sobre su paradero.
Al mismo tiempo, mientras deambulaba por las calles buscando un rostro que no sabía cómo era entre las caras de la gente que se cruzaba con él, abrieron una pastelería cerca de su casa cuyo escaparate era un regalo caído del cielo para cualquier persona a la que le gustaran mínimamente los dulces. Y Shun era muy goloso, pero intentaba no caer en la tentación para cuidar la línea, mientras un gran vacío crecía cada vez más en su interior sabiendo que era algo muy difícil dar con el paradero de su amado.
Y así pasaron semanas, hasta que ayer decidió que no podía seguir de ese modo y que se tenía que llevar una alegría al cuerpo para aliviar tanta amargura. Pensando en una deliciosa palmera de chocolate recién horneada, Shun se dirigió hacia la panadería sin imaginarse la sorpresa que le esperaba al cruzar la puerta de entrada. Allí estaba él.
El vacío de días anteriores dio lugar a un revoloteo incesante en el estómago. Era Ikki, pensó seguro, mientras contemplaba al pastelero amasar con sus manos la harina para hacer el pan. Allí estaba el amor de su vida. Y era incapaz de articular palabra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tan mucho cuidado chico del pelo verde, que los príncipes azules suelen salirte rana, y si eso sucedise (Dior no lo quiera) lo puedes pasar fatal.

Anónimo dijo...

Carlos, Patxi, Isaí... mi más sincera enhorabuena a los tres, la idea lo merecía. No os gastéis todo el dinero en alcohol que nos conocemos jeje.

Un besote enorme ;-)