VIS A VIS

10:00 de la mañana. Vanexa acaba de comer el mismo desayuno insulso de todos los días desde que vive entre rejas. Después de asearse, la de Parla se dirige hacia el módulo de visitas, esperando ver a su madre como de costumbre. ¿Pero qué hace éste aquí?, piensa cuando en vez de Conchi es Jemy quien la espera detrás del cristal. Si se da la vuelta y se niega a hablar con él, se pasará el día entero encerrada en su cubículo de diez metros cuadrados, de modo que decide que es mejor aprovechar las dos horas de conversación que le permiten los guardias, aunque sea con Jemy.
De repente, suena la campana que anuncia que el horario de visitas ha terminado. Las dos horas se han pasado volando. Parece ser que los dos personajes comparten alguna que otra afición. Su gusto por el passer domesticus, oseáse el gorrión, les ha unido. Vanexa vuelve a la celda con una sonrisa en la boca.

Lo que ella no sabe es que los productores de la serie, en su afán por subir la audiencia, para que Jemy acudiera a la cita, de la que en un principio se negó, le dijeron que, pese a su color oscuro, por las venas de Vanexa corría, además de alguna que otra "sustancia química", sangre oriental. Sabían que ante tal afirmación Jemy no se podría negar. Lo que no sabían es que la jugada les saldría tan bien. Los ases que tenían escondidos bajo la manga los guardarán para otra ocasión.