LA INVITACION

Estimada familia:

Me imagino que por España las cosas seguirán bien, como siempre. Supongo que de mí sabréis por las cartas que os he ido enviando. Aquí en África la vida me sonríe. El día a día es muy tranquilo y he conocido a una chica muy guapa y muy simpática de la que os he enviado fotos. A perro y a gallina los tiene engatusados.

El motivo de esta carta no es otro que anunciarles que próximamente me caso con ella. Su nombre es Aaylah Aarshya, que traducido al español significa algo así como “el apaño que se ha buscado Jemy para poder olvidar a Vanexa, el amor de su vida, quien le rompió el corazón con alevosía y sangre fría”. El padre de Aaylah es el chamán de una tribu indígena muy famoso en la región y tienen muchas tierras.

La raza blanca está muy bien considerada aquí y, lo que es mejor, la poligamia está aceptada. El padre de Aaylah me regalará por mi boda dos nuevas esposas. Las que yo quiera. Y como yo ahora me apaño muy bien con su hija, he decidido que voy a elegir a dos recién nacidas que apuntan maneras. Me encargaré personalmente de su tutela y las moldearé a mi antojo hasta que alcancen la edad de procrear. La espera va a ser de lo más placentera.

No tengo más tiempo para escribir. Aaylah y yo nos hemos acostado antes de la boda y aquí está muy mal considerado no llegar virgen al matrimonio. Pero no he podido resistir verla todo el día con los pechos al aire y no hacer nada. Ahora tenemos que ingeniárnosla para que su castidad parezca intacta ya que si no la quemarán en la hoguera.

Espero veros en la boda. Me haríais muy feliz.

Fdo. Jemy