Sube la gasolina, sube la vivienda, sube el arroz, sube el pan, suben los huevos, sube el pollo, sube la carne, suben los tomates, suben los yogures, sube el aceite, suben los pimientos... Dentro de poco pagaremos hasta por el aire que respiramos. El presupuesto mensual de la familia Rufianes da cada vez para menos cosas y Conchi se las tiene que ingeniar para poder llegar a fin de mes. Y es que los escasos ingresos recibidos por mantener la serie en el aire, repercute en sus comodidades. Hay quien ya ha manifestado que quiere dejar la serie y meterse de camarero, donde ganaría más, pero el contrato que han firmado de por vida con los productores no les deja.
Mientras tanto y hasta que los gastos bajen -si es que lo hacen- Conchi tendrá que seguir teniendo pesadillas cada noche sobre cómo hacer para alimentar y vestir a su familia. Suerte que, al menos, ellos no pagan la vivienda.
Los productores ya andan pensandose si introducir pruebas al estilo Gran Hermano para que cada uno se gane la paga semanal. Todo se andará...
Mientras tanto y hasta que los gastos bajen -si es que lo hacen- Conchi tendrá que seguir teniendo pesadillas cada noche sobre cómo hacer para alimentar y vestir a su familia. Suerte que, al menos, ellos no pagan la vivienda.
Los productores ya andan pensandose si introducir pruebas al estilo Gran Hermano para que cada uno se gane la paga semanal. Todo se andará...
1 comentario:
Pobre mujer, si es que está la vida mu mala, ya se podía estirar un poco la productora con estos sufridores. No estaría de más revisar esos contratos y su letra pequeña, que seguramente serán abusivos.
Un saludo ;-)
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