FLASBACK: LA GALLETA DE LA FORTUNA

Después de ir al japonés porque había leído en una revista que era lo más in del momento y echarle la bronca al camarero porque le había servido el pescado crudo, a Shun le llegó el momento de abrir la galleta de la fortuna que te traen antes de pagar la cuenta.

Al peliverde hijo de los Rufianes aquello le pareció muy novedoso, tan acostumbrado como estaba a las galletas de Facebook, a las que estaba enganchado. Pero su entusiasmo pronto se fue al garete cuando leyó el futuro que ésta, su primera galleta de la fortuna real, le vaticinaba.

“Oh my god”, menos mal que el pobre japonés que escribió el mensaje continuaba encerrado y explotado en un almacén subterráneo escribiendo otros tantos mensajes de la fortuna para el emporio de las galletas de la suerte, que si no, Shun le hubiese armado la Marimorena. Todavía no existía nadie en la tierra capaz de poner en duda los cuidados de Shun Rufianes para con su cuerpo.
Pero lo que él no sabía es que al menos, por esta vez, la galleta iba a acertar. CONTINUARÁ...

P.D. ¿A alguien le suena alguno de los carteles de este japonés?

P.D.2: Miguel, de Mis fotos de Madrid, nos ha preguntado nuestra opinión acerca de la capital. Gracias al autor de este magnífico blog por hacernos partícipes del mismo.